1. Ambientación

#QuédateEnCasa. En familia dispónganse a tener un gran encuentro con Jesús, tengan a la mano una vela encendida, en revistas o periódico busquen dos imágenes que reflejen personas pobres, necesitadas, sencillas, en servicio, y otras fotos de personas ricas, famosas por ser extravagantes, problemáticas, a forma de collage, con un marcador, encierren lo que a su parecer pueden ser actitudes que nos lleven a vivir de una mejor manera nuestra fe cristiana. Luego compartimos: la reflexión que nos deja individualmente.

1.1 Oración inicial:

Sin duda el amor de Dios ha estado siempre con nosotros es momento de reflexionar sobre su amor y el amor por el más necesitado.

2. Leamos la palabra

Dirigiendo la mirada a los discípulos, les decía: Felices los pobres, porque el reino de Dios les pertenece. Felices los que ahora pasan hambre, porque serán saciados. Felices los que ahora lloran, porque reirán.Felices cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y desprecien su nombre a causa del Hijo del Hombre. Alégrense y llénense de gozo, porque el premio en el cielo es abundante. Del mismo modo los padres de ellos trataron a los profetas.

Pero, ¡ay de ustedes, los ricos!, porque ya tienen su consuelo. ¡Ay de ustedes, los que ahora están saciados!, porque pasarán hambre. ¡Ay de los que ahora ríen!, porque llorarán y harán duelo.¡Ay de ustedes cuando todos los alaben! Del mismo modo los padres de ellos trataron a los falsos profetas.

Palabra del Señor.

3. Meditemos la palabra

Todos llevamos en los más profundo de nuestro ser, un hambre insaciable de felicidad. Allí donde encontramos a un ser humano podemos estar seguros de que nos hallamos ante alguien que busca exactamente lo mismo que nosotros: ser feliz.

Sin embargo, cuando se nos pregunta ¿qué es la felicidad? y ¿cómo encontrarla?, no sabemos dar una respuesta demasiado clara. La felicidad siempre es algo que nos falta. Algo que todavía no poseemos plenamente. Por eso la escucha sencilla de las bienaventuranzas, provoca siempre en nosotros un eco especial. Por una parte, su tono fuertemente paradójico nos desconcierta. Por otra, la promesa que encierra nos atrae, pues ofrecen una respuesta a esa sed que hay en lo más hondo de nuestro ser. A los cristianos se nos ha olvidado que el Evangelio es una llamada a ser felices.

No de cualquier manera, sino por los caminos que sugiere Jesús y que son completamente diferentes a los que propone la sociedad actual. Este es su mayor desafío.

Según Jesús, es mejor dar que recibir, es mejor servir que dominar, compartir que acaparar, perdonar que vengarse. En el fondo, cuando tratamos de escuchar sinceramente lo mejor que hay en lo más hondo de nosotros, intuimos que Jesús tiene razón. Y desde muy dentro sentimos necesidad de gritar también hoy las bienaventuranzas. Felices los que saben ser pobres y compartir lo poco que tienen con sus hermanos.

Felices los que conocen el hambre y la necesidad, porque no quieren explotar, oprimir, ni pisotear a los demás. Felices los que lloran las injusticias, las muertes, las torturas, los abusos y el sufrimiento de los débiles.

4. El Papa Francisco nos enseña.

 “Estando con los pobres aprendemos los gustos de Jesús”

El Papa Francisco, también ha pedido que hagamos una reflexión para cuando un pobre golpee a nuestra puerta “no sintamos fastidio” sino que “acojamos su grito de auxilio como una llamada a salir de nuestro proprio yo”. “Dios es amor y el pobre que pide mi amor me lleva directamente a Él” dice y concluye: “Los pobres nos facilitan el acceso al cielo, desde ahora son nuestro tesoro, el tesoro de la Iglesia, porque nos revelan la riqueza que nunca envejece, la que une tierra y cielo, y por la cual verdaderamente vale la pena vivir: el amor”.

5. Oración final.

Escribe en una hoja las obras de misericordia corporales y reflexiona si las has realizado en algún momento de tu vida. Luego reza un Padre nuestro, un Ave María, un Gloria, por los más vulnerables del mundo.

6. Compromisos.

6.1. Privado: durante la semana todos los días escribirás en una libreta o papel todas esas cosas que te ha dejado la cuarentena y por las cuales agradeces a Dios

6.2. #RetoSemanalPJ: primero busca las bienaventuranzas (Mateo 5:3-12), segundo escoge una foto (puede ser tuya, de tu comunidad juvenil o familia), tercero publícala en tus redes sociales y recuerda que las bienaventuranzas provocan siempre en nosotros un eco especial, y este no es más que un llamado que el Evangelio nos hace a ser felices.