1. Ambientación
¿Reconoces los doce apóstoles de Jesús? Descúbrelos en la sopa de letra

1.1 Oración inicial:  Luego de que el animador realice la invocación al Santo Espíritu, se hará una oración conjunta, donde cada joven aporte su intención especial para continuar en misión, llenos de ánimo y valentía, asumiendo cada labor que el Señor nos encomiende con alegría, esperanza y confiando en el amor de Dios que nos sostiene, impulsa y fortalece siempre.

2. Leamos la palabra y meditemos.

Mc 3,13-19: Subió a la montaña, fue llamando a los que él quiso y se fueron con él. Nombró a doce, a quienes llamó apóstoles, para que convivieran con él y para enviarlos a predicar con poder para expulsar demonios. Nombró, pues, a los Doce. A Simón lo llamó Pedro; a Santiago de Zebedeo y a su hermano Juan, a quienes llamó Boanerges, que significa: Hijos del trueno; a Andrés y Felipe; a Bartolomé y Mateo; a Tomás, Santiago de Alfeo y Tadeo; a Simón el zelota y a Judas Iscariote, el que incluso le traicionó.

  1. ¿En qué lugar se encontraba Jesús? 
  2. ¿A quiénes llamó Jesús en esta ocasión? 
  3. ¿Para qué los invitó?
  4. ¿Me considero discípulo de Jesús?

3. El papa Francisco nos enseña.

Cuando recitamos el Credo decimos «Creo en la Iglesia una, santa, católica y apostólica». No sé si habéis reflexionado alguna vez sobre el significado que tiene la expresión «la Iglesia es apostólica». Tal vez en alguna ocasión, viniendo a Roma, habéis pensado en la importancia de los Apóstoles Pedro y Pablo que aquí dieron su vida por llevar y testimoniar el Evangelio.

Pero, es más. Profesar que la Iglesia es apostólica significa subrayar el vínculo constitutivo que ella tiene con los Apóstoles, con aquel pequeño grupo de doce hombres que Jesús un día llamó a sí, les llamó por su nombre, para que permanecieran con Él y para enviarles a predicar (cf. Mc 3, 13-19). «Apóstol», en efecto, es una palabra griega que quiere decir «mandado», «enviado». Un apóstol es una persona que es mandada, es enviada a hacer algo y los Apóstoles fueron elegidos, llamados y enviados por Jesús, para continuar su obra, o sea orar —es la primera labor de un apóstol y, segundo, anunciar el Evangelio. Esto es importante, porque cuando pensamos en los Apóstoles podríamos pensar que fueron sólo a anunciar el Evangelio, a hacer muchas obras. Pero en los primeros tiempos de la Iglesia hubo un problema porque los Apóstoles debían hacer muchas cosas y entonces constituyeron a los diáconos, para que los Apóstoles tuvieran más tiempo para orar y anunciar la Palabra de Dios.

Cuando pensemos en los sucesores de los Apóstoles, los Obispos, incluido el Papa, porque también él es Obispo, debemos preguntarnos si este sucesor de los Apóstoles en primer lugar reza y después si anuncia el Evangelio: esto es ser Apóstol y por esto la Iglesia es apostólica. Todos nosotros, si queremos ser apóstoles como explicaré ahora, debemos preguntarnos: ¿yo rezo por la salvación del mundo? ¿Anuncio el Evangelio? ¡Esta es la Iglesia apostólica! Es un vínculo constitutivo que tenemos con los Apóstoles.

-Audiencia General: Plaza de San Pedro, miércoles 16 de octubre de 2013

4. Compromisos.

4.1. Personal: Pide Espíritu Santo por los jóvenes del mundo y reza un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria por ellos.

4.2. #RetoPj: Comparte en tus redes sociales el apóstol que más te llamó la atención y la enseñanza que te dejó. No te olvides de etiquetar a la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Cartagena

5. Oración final

A ti señor, me dirijo con todo lo que soy, lo que vivo y lo que traigo para ti, desde mi confianza hasta el amor que tengo por ti; Señor, por tu hijo Jesús estamos hoy aquí, en búsqueda de tu amor y la felicidad, sé que con todo tu espíritu nos amas, nos animas, nos alientas y nos enseñas a caminar por el camino del bien.

Señor, haz que todos reconozcamos tu camino y sigamos cada uno de tus pasos, haznos personas buenas, honradas y llenas de amor por dar a cada uno de nuestros hermanos, a cada familia, a cada niño de la calle, a cada joven que vive un momento difícil, haznos personas a tu imagen y semejanza;

Por Jesucristo, nuestro señor,

Amén.