1. Oración al Espíritu Santo.

Inicien el encuentro en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Oren pidiendo la gracia del Espíritu Santo.

1.1 Ambientación:

Materiales: Memitos de color verde, lapiceros, cinta de papel.

  1. Representen un árbol como el ejemplo ilustrado anteriormente.
  2. A cada uno de los integrantes de la comunidad se le entregará un memito de color verde.
  3. En el cual deberá dar respuesta a la pregunta ¿Cuáles son los compromisos de un discípulo misionero de Jesús?.
  4. Una vez haya escrito su respuesta, tomará un pedacito de cinta pegante y pegará su memito en las hojas del árbol.

2. Leemos la Palabra: Compartan la proclamación del texto tomado del Evangelio de san Marcos 4, 26-32.

Dialoguemos:

  1. ¿Cuál es la enseñanza principal de Jesús en esta parábola?
  2. ¿Cuál es el signo que respalda la enseñanza de Jesús?
  3. Desde tu experiencia, ¿en cuáles aspectos de tu vida ves reflejado este texto bíblico?

3. El Papa Francisco nos enseña.

«El Señor nos dice que el Reino también está en camino. Pero, ¿qué es el Reino de Dios? Algunos, podrían pensar que se trata de una estructura bien hecha, con todo en orden y organigramas bien hechos, y que lo que no entra en esta organización no pertenece al reino de Dios, de esta manera significaría caer en el mismo error en el que se puede caer con respecto a la ley: fijismo, rigidez.

En cambio, la ley es para caminar. Y también el Reino de Dios está en camino. Y no sólo el Reino no se detiene, sino que, además, el Reino de Dios se hace todos los días.

Por eso el Reino de Dios es como la ley: en camino. Es camino de esperanza, camino de plenitud y, sobre todo, se hace todos los días, con docilidad al Espíritu Santo, que es lo que une nuestra poca levadura o la pequeña semilla a la fuerza, y los transforma para hacerlos crecer».

(negrilla y subrayado fuera de texto original)

-Papa Francisco, Homilía en Santa Marta, 25 octubre de 2016.

4. Oración final:

“Todo es gracia, pero la gracia cuenta con la voluntad de cada uno de nosotros

Los animamos a orar para que en la vida personal y comunitaria se fortalezcan las actitudes y compromisos de ser discípulos misioneros que anuncian el reino de Dios.

5. Compromiso y reto:

  • Identifica las situaciones en las cuáles has creído que el éxito de la cosecha que sembraste en otras personas se debió a causa de tu propio discernimiento o mérito humano.
  • La confianza de que Dios lo sabe todo y lo conoce todo es para nosotros motivo de alegría, pues su presencia siempre nos dará la paz. Medita durante esta semana el salmo 138. Al finalizar la semana, comparte con tu familia y amigos el versículo que más te animó, te dio paz.