1. Ambientación

Antes de iniciar el encuentro, el animador de la comunidad juvenil, tendrá un pequeño cartel
dispuesto para jóvenes, donde se encontrará una imagen de la zarza, teniendo en cuenta que
era el lugar donde se encontraba Moisés, cada joven escribirá en un papel todo lo que quiera
soltar y despojar de cada cosa negativa y pecados que no lo hagan sentir bien, con el fin de
tener en cuenta que Jesús siempre está llamando a perdonar.

1.1. Oración inicial
Para iniciar nuestro invocamos a la Santísima Trinidad, dando gracias a Dios por tu vida,
por tus necesidades, por la comunidad juvenil y por la oportunidad de reunirnos una vez
más. Cierra la oración con un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria

2. Leamos la palabra y meditemos

Busca tu Biblia y lee éxodo 3, 1-15, lee minuciosamente el texto, enfocando tu atención en
cada palabra, personaje y escenario, para interiorizar y comprender mejor su sentido.
Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián; una vez llevó el rebaño más
allá del desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. El ángel del Señor se le apareció en una
llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse. Moisés dijo: –Voy a
acercarme a mirar este espectáculo tan admirable: cómo es que no se quema la zarza. Viendo el
Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: – Moisés, Moisés. Respondió él: –
Aquí estoy. Dijo Dios: –No te acerques. Quítate las sandalias de los pies, porque el sitio que pisas es
terreno sagrado. Y añadió: – Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios
de Jacob. Moisés se tapó la cara temeroso de mirar a Dios. El Señor le dijo: –He visto la opresión de
mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos. Y he
bajado a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tierra para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa,
tierra que mana leche y miel, el país de los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, heveos y jebuseos.
La queja de los israelitas ha llegado a mí, y he visto cómo los tiranizan los egipcios. Y ahora, anda,
que te envío al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas. Moisés replicó a Dios:
–¿Quién soy yo para acudir al faraón o para sacar a los israelitas de Egipto? Respondió Dios: –Yo
estoy contigo, y ésta es la señal de que yo te envío: que cuando saques al pueblo de Egipto, darán
culto a Dios en esta montaña. Moisés replicó a Dios: –Mira, yo iré a los israelitas y les diré: el Dios
de sus padres me ha enviado a ustedes. Si ellos me preguntan cómo se llama, ¿qué les respondo? Dios
dijo a Moisés: –Soy el que soy. Esto dirás a los israelitas: Yo soy me envía a ustedes. Dios añadió a
Moisés: –Esto dirás a los israelitas: El Señor Dios de sus padres, Dios de Abrahán, Dios de Isaac,
Dios de Jacob, me envía a ustedes. Éste es mi Nombre para siempre: así me llamarán de generación
en generación.

PALABRA DE DIOS

2.1. Dialoguemos sobre lo que dice la Palabra de Dios.

A continuación, el animador motivará a los miembros de la comunidad a, de forma
voluntaria, responder las siguientes preguntas:

  • ¿Qué actitudes de Moisés nos llaman la atención y por qué?
  • ¿Qué significa para ti el llamado que hizo Dios a Moisés?
  • ¿Cómo es tu relación con Dios?

2.2. Interioricemos con la Palabra

En la intimidad de su corazón, cada integrante de la comunidad va a reflexionar entorno a las
siguientes preguntas:

  • ¿Cuál es mi actitud cuando voy siento el llamado de Dios en mi vida?
  • ¿Cuál es esa sandalia que te quitas para poder entrar al reino de Dios?
  • ¿te arrepientes completamente de tus pecados cuando te confiesas?
  • ¿Sabes reconocer el llamado de Dios y estás dispuesto a decir “aquí estoy”?

2.3. Actividad.
En este punto el animador le informará a la comunidad que realicen en una hoja, una lista de
las cosas que se encuentren arrepentidos, de igual manera anotarán las debilidades que
poseemos como persona, después, lo depositamos en una caja que hará representación de la
zarza y así ´poder entender que Dios nos llama y perdona sin importar nuestras condiciones.
A continuación, los coordinadores en compañía de todos los jóvenes retiran los papeles
recogidos y serán quemados.

3. El Papa Francisco nos enseña

Su respuesta, como se testimonia en toda la historia de la salvación, es una participación llena de
amor en la condición del pobre. Así ocurrió cuando Moisés, a través del fuego de una zarza que se
quemaba intacta, recibió la revelación del nombre divino y la misión de hacer salir al pueblo de
Egipto. Y esta respuesta se confirmó a lo largo de todo el camino del pueblo por el desierto: cuando
el hambre y la sed asaltaban y cuando se caía en la peor miseria, la de la infidelidad a la alianza y de
la idolatría. La respuesta de Dios al pobre es siempre una intervención de salvación para curar las
heridas del alma y del cuerpo, para restituir justicia y para ayudar a retomar la vida con dignidad. La
respuesta de Dios es también una invitación a que todo el que cree en Él obre de la misma manera
dentro de los límites de lo humano.

-Papa Francisco, (II JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES 18 de noviembre de 2018)

4. Compromiso

4.1. Privado: Exprésale a Dios íntimamente de todo lo que puedes arrepentirte

4.2. #RetoSemanalPJ: Comparte en redes sociales una foto del momento que más te haya
gustado de la semana. No te olvides de etiquetar a la Pastoral Juvenil de la
Arquidiócesis de Cartagena.

5. Oración final
El coordinador asignará a un joven de la comunidad para que se encargue de dirigir una
oración espontánea a la luz de lo aprendido en el presente encuentro. Para finalizar,
reproducir la siguiente canción: (hoy perdóname) https://youtu.be/xprQza-3y-U