1. Ambientación

El animador de la pequeña comunidad dispondrá de corazones de color gris a la acogida de la comunidad, se entregará a los jóvenes explicándoles que deben escribir en el corazón aquellas actitudes que destruyen la unidad de su comunidad, su familia y su relación con Dios.

  1. 1. Oración inicial

Para iniciar nuestro invocamos a la Santísima Trinidad, dando gracias a Dios por tu vida, por tus necesidades, por la comunidad juvenil y por la oportunidad de reunirnos una vez más. Cierra la oración con un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.

2. Leamos la palabra y meditemos

Busca tu Biblia y lee Ezequiel 11, 14 – 20, lee minuciosamente el texto, enfocando tu atención en cada palabra, personaje y escenario, para interiorizar y comprender mejor su sentido.

Me vino esta Palabra del Señor: –Hijo de hombre, los habitantes de Jerusalén dicen de tus hermanos, compañeros tuyos de exilio, y de la casa de Israel toda entera: Ellos se han alejado del Señor, a nosotros nos toca poseer la tierra. Por tanto, di: Esto dice el Señor: Cierto, los llevé a pueblos lejanos, los dispersé por los países y fui para ellos un santuario pasajero en los países adonde fueron.

Por tanto, di: Esto dice el Señor: Los reuniré de entre los pueblos, los recogeré de los países en los que están dispersos y les daré la tierra de Israel. Entrarán y quitarán de ella todos sus ídolos y prácticas idolátricas. Les daré un corazón íntegro e infundiré en ellos un espíritu nuevo: les arrancaré el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, para que sigan mis leyes y pongan por obra mis mandatos; serán mi pueblo y yo seré su Dios.

PALABRA DE DIOS

2.1. Dialoguemos sobre lo que dice la Palabra de Dios.

A continuación, el animador motivará a los miembros de la comunidad a, de forma voluntaria, responder las siguientes preguntas:

  • ¿Qué mensaje da el Señor a su pueblo en este pasaje bíblico?

2.2. Interioricemos con la Palabra

En la intimidad de su corazón, cada integrante de la comunidad va a reflexionar entorno a las siguientes preguntas:

  • ¿Poseo corazón de piedra o corazón carne?
  • ¿Reconozco a Dios como el único que reina en mi corazón o son esclava de los dioses del mundo?
  • ¿Tengo apertura para aceptar los nuevos caminos que Dios me propone a mi vida?

2.3. Actividad.

Un corazón integro es sinónimo de que no habrá divisiones entre el pueblo de Dios y tas ovejas que regresan con su buen pastor. La unidad de las primeras comunidades cristianas se describe como aquellos que tenían “un solo corazón y una sola alma” (Hechos 4, 32)

Se dispondrá de dos corazones grandes en medio de la comunidad: uno rojo, en representación de un corazón de carne; y un corazón gris, siendo este el corazón de piedra. En este último, cada joven colocará esos pequeños con las actitudes que no le hacen bien a su comunidad, a su familia, a su vida.

Un hombre, en representación de Jesús, le entregará en remplazo de su corazón de piedra uno color rojo, representando el nuevo corazón de carne donde el joven escribirá la virtud antónima a la actitud en el corazón gris.

Con este corazón de carne, se expresa gráficamente el compromiso a una renovación interior y exterior que cada miembro de la comunidad debe alcanzar para lograr una colectividad.

3. El Papa Francisco nos enseña

¿Cuál es, entonces, la acción del Espíritu Santo en nuestra vida y en la vida de la Iglesia para guiarnos a la verdad? Ante todo, recuerda e imprime en el corazón de los creyentes las palabras que dijo Jesús, y, precisamente a través de tales palabras, la ley de Dios —como habían anunciado los profetas del Antiguo Testamento— se inscribe en nuestro corazón y se convierte en nosotros en principio de valoración en las opciones y de guía en las acciones cotidianas; se convierte en principio de vida. Se realiza así la gran profecía de Ezequiel: «os purificaré de todas vuestras inmundicias e idolatrías, y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo… Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos» (36, 25-27). efecto, es del interior de nosotros mismos de donde nacen nuestras acciones: es precisamente el corazón lo que debe convertirse a Dios, y el Espíritu Santo lo transforma si nosotros nos abrimos a Él.

– Papa Francisco, (audiencia general Plaza de San Pedro – Miércoles 15 de mayo de 2013)

4. Compromiso

4.1. Privado: Trabajaré en mejorar las actitudes que hacen que mi corazón sea de piedra.

4.2. #RetoSemanalPJ: Publicar una reflexión en mi red social favorita en torno a esa virtud que me aporta a la construcción de comunidad.

5. Oración final

El coordinador asignará a un joven de la comunidad para que se encargue de dirigir una oración espontánea a la luz de lo aprendido en el presente encuentro.